TESTIMONIOS ENFRENTADOS
“La historia no cuadra” no dejaba de dar
vueltas en mi cabeza. Los testimonios estaban enfrentados, ya que era imposible
que los desposados y a la vez mi hermana guardaran en su casa el cuerpo del
novio, y más si uno de ellos tuviera cabeza y otro careciera de la misma.
Tenía
dos hipótesis en mente.
1. La
menos probable pero aún así posible es que los desposados, ya marido y mujer,
no contentos con asustarme en el banquete decidieran gastarme la pesada broma
de una decapitación inexistente. ¿Era todo una cortina de humo? ¿Era un globo sonda
para averiguar los planes de mi propio matrimonio? ¿Eran sádicos y disfrutaban
del dolor ajeno?...A fecha de hoy no estoy seguro, pero no. Además la llamada
telefónica me pareció sincera, y la aceptación de mi coartada también.
2. La
más probable es que toda mi familia debería de beber menos. Creo que mi hermana
también cayó presa de la euforia y en algún momento trasteando con su bolso se
olvidó las figuras en el restaurante. No volvió a acordarse y ya en su piso
durmió el “Sueño de Baco” sin mirar nunca más dentro del bolso.
Por ello decidí avanzar más en mi investigación y buscar
información con mis contactos.
PISTA Nº2: EL SOPLÓN
Utilicé el
pretexto de necesitar cierto material deportivo para ponerme en contacto con el Soplón. Es una persona con una mente
brillante y que domina toda la información de la zona. Bien sea pasada,
presente (y hasta futura) siempre es la primera persona en enterarse de todo y
en transmitirlo a los demás.
Tras contarle
mi caso me confesó algo espeluznante: “He
visto la cabeza del novio”. No pudiendo salir de mi asombro pregunté si
estaba en su posesión, si reparó quién la tenía y hasta si el corte había sido
limpio como el de un cirujano o salvaje y propio de una bestia.
Me aseguró que
sólo había visto la cabeza ya decapitada, me confirmó que era del novio y que
junto con un cómplice (que por su elegancia llamaremos Massimo) la hicieron desaparecer lanzándola tras una maceta para
evitar que hubiese follón.
Tras esta
pista surgieron más hipótesis y más sospechosos:
·
¿Eran el Soplón
y Massimo unos buenos amigos que
sólo querían encubrir la decapitación para protegerme? Aunque también eran sospechosos
era muy probable, y el detalle de encontrar sólo la cabeza les sitúa en un
estadio post-mortem.
·
¿Era mi hermana el desconocido verdugo y no
quería contarme la verdad por temor a entristecerme?
·
¿Era mi hermana víctima de un robo? El verdugo
podría haber raptado del bolso las figuras y haber decapitado al novio. Habría
tirado la cabeza y dejado por ahí el cuerpo.
·
¿Era una amenaza vudú? Y si lo era; ¿A quién iba
dirigida? Podría amenazar al novio ya desposado, ya de viaje por Italia, o a mí
mismo como receptor y depositario de las figuras.
Para despejar
esta duda sólo podía hacer una cosa, allanar la vivienda de mi hermana para
evitar que borrara su rastro y averiguar si poseía los novios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario